Tomás Aranguren Sanz, arquitecto argandeño y un adelantado a su tiempo


 

Tomás Aranguren Sanz (1828-1900), fue uno de los arquitectos más afamados y reconocidos del siglo XIX. Nació en Arganda del Rey el 28 de enero de 1828, hijo de la también argandeña Eusebia Sanz Antuñano, y nieto de otro Tomás Aranguren, doctor en medicina, autor de uno de los primeros tratados conocidos sobre las virtudes saludables del vino publicado en 1784.

Huérfano a la edad de 16 años, decide estudiar arquitectura obteniendo el título con la calificación de sobresaliente. A partir de 1856 desarrolla una intensa actividad como arquitecto de diferentes obras públicas, acomete la reforma de la Casa de Dementes de Santa Isabel en Leganés y la construcción de "La Galera", la prisión de mujeres de Alcalá de Henares.

En Arganda del Rey construye una hacienda de 20.000 m² que existió hasta mediados del siglo XX y que era conocida como “la casa de la puerta de hierro”. Aquí daba salida  a sus múltiples aficiones e inquietudes,  como ser productor de vino, con reconocimientos en ferias internacionales, o elaborar un valioso herbario que hoy se conserva en el Archivo de la Ciudad.

En 1866 ganó el concurso para construir un lavadero público junto a la Fuente Nueva, un funcional edificio que formó parte del paisaje urbano del municipio hasta que en 1961 fue derruido. También contribuyó a la reparación de la Torre de la Iglesia Parroquial tras su incendio en 1877. Aunque sin duda su obra más relevante, y por la que es uno de los más afamados arquitectos del siglo XIX, es el diseño de la Cárcel Modelo de Madrid.

Tomás Aranguren ha sido el origen de una saga familiar de seis generaciones de prestigiosos arquitectos. Su hijo Celestino presentó en 1907 un proyecto al Ayuntamiento para la reforma de las escuelas municipales de la calle Tiendas, y a él también se le atribuye el “hotel de ladrillo” de la Avenida del Ejército, una singular construcción de ladrillo de estilo neomudéjar que seguía las pautas de los “hotelitos” que tan de moda estaban en la capital. Su nieto José Luís Aranguren Bourgón se dedicó al igual que su padre y su abuelo a la construcción y reforma de establecimientos penitenciarios, y su biznieto, José Luis Aranguren Enterría, realizó numerosos edificios, como el Hotel Miguel Ángel o las cinco torres de la calle Costa Rica, que forman parte del paisaje de la ciudad de Madrid. Las últimas generaciones de arquitectos Aranguren han llevado a cabo reconocidos proyectos que han sido premiados a nivel internacional como el Parador de Alcalá de Henares, el Centro ABC o el museo ICA de Miami.

El apellido Aranguren está vinculado a la ciudad de Arganda del Rey en la plaza  que lleva su nombre "Arquitectos Aranguren", que está en el mismo lugar en el que se encontraba el lavadero público que él mismo construyó. Es un justo reconocimiento a la familia que generosamente cedió a la ciudad su valioso archivo personal, y sobre todo, para no dejar caer en olvido al que sin duda fue nuestro vecino más ilustre y reconocido de su tiempo, además de un hombre excepcional y orgulloso de Arganda, tanto que dejó dispuesto en el testamento que él y su mujer fueran enterrados con el hábito de Nuestra Señora de la Soledad, la que Tomás Aranguren siempre consideró su Patrona.